lunes, 23 de noviembre de 2015

Suave muerte.

Oh suavidad de la muerte que rosas mi piel, veo que es hora de que me vaya pero mas allá de todo quiero aclarar que no te temo, solo temo a mi egoísmo de negarme perder mi cuerpo, oh suavidad de la muerte tu hoz deberá salvarme de mi mismo o si no nunca me iré y me convertiré en ti, poderosa vida deja que vaya con la muerte y sostén mi aclarecido corazón en tus manos con orgullo y honor sin importar que, oh la vida misma me destruye no me deja ir. Desgarrada piel de mis brazos se incendian en el escalofriante vació donde todo hay, paradogicamente como la muerte me da vida y ella me da muerte, donde en vez de volar tengo escamas, cuando en realidad tengo alas para nadar, quisiera evitar este proceso pero es inevitable.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Fuego ardiente de nuestro sufrimiento.

Oh, el viento nos ataca nuevamente solo que esta vez con besos de muerte, con toda su frialdad ha quebrado cada hueso, ero cada herida que produce no duele hasta que se va, y si no estas contento con el dolor el tiene nuestro firmamento, y nuestro corazón arde en llamas del fuego eterno que tanto nos has protegido, se ha revelado y ha violado cada ley que cumplimos donde no debemos matar, oh...no dejes que el viento se acerque a los niños heridos porque entonces sus frágiles cuerpos arderán en el odio del viento, oh...nuestro corazón arderá tanto como sus cuerpos, nada podremos hacer porque ya la muerte los tiene y no podremos salvarlos, acaso salvarlos es una opción pero lo dudo, sacrificaríamos nuestro cuerpo para que nuestra alma sea esclava del sacrificio eterno donde la muerte es inminente y el firmamento no encienda, donde nuestro corazón arda, donde nuestras comunicaciones sean gemidos de dolor donde solo habrá sufrimiento.