miércoles, 16 de noviembre de 2016

Depresiva soledad.

Finalmente el aburrimiento se convirtió en depresión, la vida ya no tenia sentido, los pies estaban por donde iban los hombros pero ya no existen. Quisiera saber donde estaré en un año con todo esto seguro que llego a un mes, donde estoy ahora no lo se ni pretendo saberlo, solo necesito perderlo todo para descubrirme y saber si estoy hecho de agua o fuego.
Mis pies suenan como campanas por paso que doy, siento que hago tanto alboroto que voy a explotar, el ruido me destruye poco a poco, estoy siendo cada vez menos cauteloso conmigo mismo, mis descuidos me llevaran a la inexistencia.
Ojos de gato me miran a la distancia con sed de mi carne de libertad emplumada, tal vez sea hora de renunciar a ella.

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