martes, 4 de abril de 2017

Viejas sangres siempre olvidan.

Una vez mas el fantasma se acercaba al espejo para ver si se reflejaba o solo era un espejo vació como el resto, para su sorpresa esta vez no estaba vacío, apenas se reflejaba, la dolida alma en pena empezó a cuestionarse una vez mas si estaba en el lugar correcto, el siempre protegía a quienes vivían en su casa aunque ellos nunca lo vieran.
Esta vez las cosas iban a ser distintas, el fantasma ya cansado en busca de atención decidió partir por mucho tiempo y ver si realmente importaba su presencia, una vez mas con aire de decepción se dió cuenta que presente o ausente la casa no tenía cambios, seguía igual de tibia que cuando se fue y entendió finalmente que no importaba quien fuera, simplemente iba a estar allí por siempre y nunca iba a ser notado.

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