Hay pocas cosas como el amor y las relaciones complejamente pasionales, te agarran el corazón, lo aprietan y luego lo sueltan cada vez mas despacio, dejándolo en el suelo, arrítmico, convulsionante y de forma dolorosa en un lugar tan frio y sucio, como si de basura se tratase, un sufrimiento incomparable a cualquier pérdida.
Pocas cosas pueden sacar este sentimiento, la música, el alcohol, aun que por momentos, este último quema y elimina justo donde hay presión, donde hay dolor, pero no es magia, una vez que ya quemó el dolor vuelve y mas fuerte. La música por otro lado, acompaña, te abraza a la vez que te permite sacar el dolor, aunque como si de tortura se tratara es lento, paulatino y cuesta mas de lo que uno cree.
Pese a todo esto no es mas que una experiencia de la cual debemos sacar el máximo provecho, las buenas situaciones y sentimientos, el placer, lo inexplorado y sobre todo el no estar preocupado, una gran carga que es aliviada, el sentir la felicidad en estado puro, en poder notarlo y recordarlo como un buen momento.
Respecto al apartado negativo de estas relaciones, lo mejor es aprender, localizar los momentos donde nos equivocamos, donde la otra persona se equivocó, ver las responsabilidades que cada uno le corresponden, percibir el subtexto, interpretar lo que la otra persona trataba de decirnos y no comprendimos, leer las señales no captadas.
En conclusión, las relaciones y el amor son universales y solo vamos a ver lo que queremos ver de cada uno de estos, el amor es demasiado universal como para que este solo traiga felicidad o sufrimiento, las relaciones son muy complejas como para solo encasillarlas en buenas o malas, los matices son infinitos.
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